La organización comienza a recibir las primeras inscripciones de distintas Federaciones de países de todo el mundo para participar de la FINA/HOSA 10 KM Marathon Swimming World Cup.
Las delegaciones más grandes una vez más son Francia, Brasil, Alemania y países de Latinoamérica como Venezuela y Ecuador, a los que se suma Portugal que será su primera participación en Argentina, Japón que solo participó un año con una nadadora mujer y este año lo va hacer con más nadadores.
Han consultado además Ucrania, Chile y Uruguay, el primero participa todos los años y los dos últimos países solo participaron cuando se realizó el Campeonato Sudamericano junto a la Copa del Mundo en el año 2015.
Los organizadores estiman tener participación record de países para lo que están extremando los trabajo para atender a las delegaciones y para que la carrera cumpla con todas las exigencias de una fecha de la Copa del Mundo FINA.
La organización está sometida en cada competencia al control de tres Delegados FINA que vienen de otros países a supervisar distintos aspectos de la competencia con poder para «Suspender la competencia o no permitir la largada» si no cumple con las exigencias de FINA.
Los tres delegados son para el Proceso de Antidopping, Seguridad de la competencia, y un tercero Veedor General de la Prueba.
En la semana posterior a la cada delegado realiza un informe a FINA, con copia a la organización y la CADDA (Confederación Argentina de Deportes Acuáticos).
Los tres informes se suman a los análisis del agua que la organización debe realizar un mes antes de la competencia y en la semana anterior a la competencia, y de esta manera se evalúa el desarrollo de la competencia en todos sus aspectos.